La cabeza me trabaja a mil por hora. Siempre pasa, pero a mi me pasa cuando no tengo nada que hacer, esos días completamente improductivos. Son días muy eventuales. No es que nunca piense, o nunca me replantee mi vida, pero estos días lo hago con un sabor amargo. Lo que entra en el juego es la comparación y el contraste de mi vida con las de los demás, no tanto mis amigos, sino más bien esas personas que deje atrás. Y pienso, y me reprocho tantas cosas. No en sentidos generales, sino en un aspecto en particular: en lo sentimental. Siento que tengo todo, pero que no tengo nada. Se me ocurre que quizás seria lindo poder compartir todo lo que vivo día a día con una persona en especial, y que esa persona me acompañe y me apoye en todo. Es que aveces me falta ese apoyo incondicional de mis amigos, más aún de mi familia. Ahí es cuando se nota. Avance mucho, crecí mucho, pero siempre "faltan cinco para el peso" y a mi me falta mi cinco. 

Verlo otra vez, aunque sea una vez y que no sea en un sueño.

A veces (pocas veces), pero en ocasiones como ésta, hago cálculos entre los aciertos y los errores, y el saldo da positivo. 

Nada como sentirse bien con uno mismo 

No hay otra persona a la que quiera superar que no sea a mi misma, en todo sentido, todos los días.

 



Un parche para mis heridas. 18/05/214 River vuelve a SER RIVER. 

Las que quedaron. 

Soy bailarina, estudiante de Derecho, empleada de McCafé (interpretese que tengo trabajo), estoy haciendo exactamente lo que quiero hacer, y eso me hace feliz. Pero a esta altura, al mes seis del año, la mitad de este 2014, siento que todavía algo me hace falta. 

¿Porqué si recuerdo aquel "nunca mas" y esas conclusiones que buscan curar,decido no escuchar? ¿porque no hago caso a esas promesas que siempre me hago y después ni un poco me pesan a la hora de actuar? Será que no aprendo mas.