miércoles
Las malas acciones son hechos que marcan la vida de una persona; el cargo de conciencia, la presión social y el resentimiento de los demás hacen que un error se convierta en un antes y un después, en algo que cargas en una mochila el resto de tu vida. Mientras que las cosas buenas, esas buenas acciones que salen del corazón... simplemente pasan, se agradecen, se corresponden con una sonrisa, pero luego todos las olvidan, se las lleva el viento como si nunca hubieran ocurrido. Pero ¿que hay de nosotros? Nosotros también nos torturamos día tras día por ese tropiezo, esa caída, ese daño que le hicimos a alguien, a pesar de haber pedido perdón, a pesar de haber tratado de enmendar el error. Nadie lleva una lista de las buenas acciones que realiza a lo largo de su vida, y está bien, de hecho si alguien lo hiciera sería tachado de soberbio; pero ¿porque no recordar esas efímeras sonrisas que pudimos generar en algún momento? Aveces un recuerdo tan fugaz como ese, puede aliviar grandes dolores. Aveces quizás se pueda remplazar esos pesados errores que cargamos por ese ligero recuerdo de haberle echo bien a alguien.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

No hay comentarios:
Publicar un comentario