miércoles

Qué difícil es desapegarse de algo que nos acompañó durante mucho tiempo. Más que el tiempo valen los momentos compartidos. Más que los momentos compartidos vale la intensidad con la que vivimos cada instante. Más que la intensidad con la que vivimos cada instante vale el amor que pusimos en cada cosa que hicimos por el otro. Pero ya no hay más tiempo, ni momentos, ni intensidad, ni amor por el que suspirar.

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