jueves

Ese día me mandó al descenso; recuerdo como su mirada me volteó. 
Pero dos que se quieren se dicen cualquier cosa 
Ay! si pudieras recordar sin rencor. 
En mi buzón hay un par de cartas tuyas 
fueron juntándose, y no tengo el valor... 
Todavía su amor me da descargas 
(nunca tuvo el higo seco junto a mí). 
Pero a los ciegos no le gustan los sordos 
y un corazón no se endurece porque sí. 

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