Y volver a las lágrimas, la angustia en el pecho... 
pero ya no hay verso que describa lo que siento.
Pisoteaste mi alma y mis sentimientos,
para que insistir tanto en lo que ya está resuelto. 
Y acá estoy yo, dedicándote las últimas palabras, 
porque llego la hora de decir basta. 
Decir adiós nunca fue fácil, 
el corazón se estremece y se vuelve frágil. 
Te entregue todo y no lo valoraste,
 te di mi amor y lo desperdiciaste. 
Te amé hasta el infinito y más allá,
fuiste lo mejor que me pudo pasar.
Pero los sentimientos mueren, las cosas cambian,
de repente ya no fui lo que te hacía falta.
La distancia pudo más que el amor,
sobran las excusas y que pidas perdón.
Sé que es difícil volver a confiar, 
pero el dolor también es parte de amar. 
Y qué me queda en esta soledad? 
quizás curar el alma, y volver a soñar. 

Probablemente no sea lo mejor que pude escribir, pero es lo que me nació del alma. 
Buena suerte y hasta luego.-